Hoy os traigo una reflexión, porque no quiero enfocar este blog solo por el lado superficial de los planificadores y los calendarios, sino que quiero ofreceros algo que nos lleve más allá, a aprender cosas útiles. Quiero basar mis recursos gráficos, en algo que tenga sentido y aporte mi granito de arena, para que podamos entre todos cambiar nuestras vidas a mejor.
La planificación, la organización y la motivación, son 3 pilares en lo que quiero basar lo que hago aquí y que todo tenga un sentido, un contexto y que a través de eso podáis hacer cambios notorios en vuestras vidas, como lo está haciendo en la mía hasta ahora. Pero no quiero tocar estos temas de forma superficial, yo quiero ir a la raíz y esto sé, que no será bienvenido por todo el mundo y lo siento por ellos. Y lo siento porque el crecimiento personal no es como nos han contado los libros de autoayuda, el crecimiento personal, molesta, duele y te transforma de una forma que nunca jamás serás la misma persona.
Algunas razones por las que la gente se niega a aprender y crecer
Mis propias experiencias de vida me han enseñado que no se puede enseñar a alguien que no quiere aprender o crecer. Sin esa voluntad, no sirve de nada aconsejar a alguien, porque simplemente no le funcionará. Además, nunca he sido muy partidaria de obligar a los demás hacer lo que no quieren hacer.
También he descubierto que la mayoría de personas solo quiere seguir haciendo lo mismo una y otra vez, sin que nada cambie. Tienden a pensar que todo está bien como está y no necesitan arreglar nada, lo que significa que pierden muchas oportunidades de mejorar en todos los sentidos. Y es por eso que voy a hablaros de las cuatro mentalidades más comunes que alimentan ese tipo de pensamiento. Tal vez algunas de ellas te suenen y te resulten familiares. Si es así, tómate tiempo para reflexionar sobre si realmente es así como quieres enfocar tu forma de vida.
1. Los que ya saben lo que saben
Muchas personas creen que ya saben todo lo que necesitan saber, y no sienten la necesidad de aprender nada más. Este tipo de pensamiento es más común de lo que se podría pensar. El problema, por supuesto, es que acaba en un circuito cerrado que limita las diferentes formas de pensar y relacionarse con los demás. Conocerse a uno mismo y dar ejemplo debe consistir en hacer el esfuerzo de cuestionarse a uno mismo y estar dispuesto a sentirse incómodo para mantener una mente abierta. El mejor ejemplo es comprender que nunca sabrás lo suficiente.
2. Los que saben lo que no saben
Algunos se enorgullecen de no saber y les encanta hacer las cosas a su manera, incluso si es completamente contraproducente. Esta forma de pensar resulta arrogante y a menudo es una cuestión de orgullo, que hace que se pongan a la defensiva por su falta de conocimiento. Las personas que más tienen que aprender son a menudo demasiado orgullosas para reconocer sus defectos. Se necesita valor para admitir que no sabes todo lo que necesitas saber, pero ese es el primer paso para aprender.
3. Los que no saben lo que saben
Una persona que no se cuestiona no está aprendiendo. Las personas más inteligentes son estudiantes perpetuos, tienen la capacidad de aprender algo nuevo todo el tiempo. Pero muchas veces caemos en el error de pensar que no necesitamos saber algo nuevo, simplemente porque no tenemos la suficiente curiosidad para descubrir las lagunas de lo que ya sabemos. Se necesita voluntad para buscar y trabajar en que esos vacíos puedan ser llenados.
4. Los que ignoran lo desconocido
Alguien que no sabe cómo enfrentarse a lo desconocido siempre mantendrá algún grado de ignorancia. La perspicacia puede tener tanto poder y valor como el conocimiento. Y desarrollar esa perspicacia significa que tienes que estar dispuesto a abordar las preguntas abiertas, para reconocer que no puedes saberlo todo. Significa descubrir un lado diferente de ti mismo.
El desarrollo y el crecimiento deben ser sinónimos de quién eres si quieres dar ejemplo, ya sea como líder, jefe, profesor o padre de familia y no tratarlo como un evento único o un lujo periódico. Para dar realmente lo mejor de ti, necesitas adoptar esto como hábitos diarios.
Las mejores personas encuentran nuevas formas de aprender y crecer, porque entienden que su crecimiento determina quiénes son y, en última instancia, el éxito de sus objetivos. Por eso, si quieres tener éxito en tus proyectos, debes estar abierto a aprender y crecer.
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